Sin embargo este tesoro orgullosamente mexicano se encuentra amenazado por las actividades e imprudencia humana. Como la principal se encuentra la conversión de ecosistemas a zonas agrícolas y ganaderas, la contaminación, el cambio climático, la sobrepoblación y la introducción de especies exóticas.
México tiene 17 millones de hectáreas consideradas Áreas Naturales Protegidas, que ayudan a regular el clima, captan agua de lluvia y la retienen, proteger el ecosistema es no destruirlo y tener un aprovechamiento responsable.
Pero veamos el lado obscuro de esta historia:
La extinción de alguna especie tiene un gran impacto en la cadena trófica o alimenticia a la que pertenecía. En México hay algunas especies que como el jaguar o el cocodrilo, cuyas poblaciones se han visto muy afectados por las prácticas ilegales de caza.
Como ya hemos mencionado la fauna se ve seriamente afectada por la intervención del hombre al ser invadido o modificado su hábitat.
La contaminación por sustancias agresivas como el uso de insecticidas en cosechas, contaminan ríos y estanques del que se alimentan microorganismos, que a su vez son el alimento de peces y otros animales, los cuales son la comida de aves. En cada nueva etapa los químicos de los insecticidas se hacen más fuertes afectando al animal en el caso de las aves pone huevos frágiles que no pueden ser incubados debido al adelgazamiento del cascarón, incluso en el Ártico pingüinos y osos polares se han visto afectados por insecticidas.
Es nuestra responsabilidad sentar las bases de la educación ecológica, algunas especies en peligro son: Berrendo, Tapir, Manatí, Oso Gris, Flamingo, Halcón Peregrino, Águila Arpía, Tortuga de Mapimí, Tortuga Carey, etc.
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